El Puente

Jorge Alberto López Gallardo

Paso del Norte, Junio, 2001.

 

... le daba miedo ese hombre silencioso que no se apartaba jamás del volante y que parecía dormir despierto.  Nacían hipótesis, se creaba un folklore para luchar contra la inacción ...

Julio Cortázar, «La autopista del sur».


El sol de la mañana se asomó sobre el horizonte al momento en que su auto derrapaba sobre la glorieta Lincoln.  Avanzando en claro exceso de velocidad, le gritó a su celular,

¿Bueno?  ¡Sí! ¡Aquí voy!  pero no sé cual es . . .  ¿un Cirrus dorado?  ¿fronterizo? OK, A ver si no se me pela, al rato te hablo.

 

Siguiendo por la Avenida Lincoln hacia el norte, cruzó el semáforo en un rojo naciente, pero el tráfico que se empezaba a acumular en el puente Carlos Villarreal lo hizo disminuir la velocidad.  Buscando entre el aglutinamiento de autos, exclamó

¡Allá va!  A ver … a ver.  Línea derecha.  Le voy a pisar a ver si quedo atrás ... ¡Uf!  Poco faltó.  Bueno, un carro de por medio no está mal.

 

Tomando una vez más el celular,

¿Bueno?  Sí.  Ya estufas.  Arráncate al otro lado por la línea exprés.  Te llamo cuando cruce.  Ten forty - corte y fuera.  Bye.

 

6:30 a.m.  Puente Carlos Villarreal

A esas horas de la mañana, el cruce de Ciudad Juárez a El Paso era tedioso.  Cientos de Juarenses enfilaban sus automóviles hacia los Estados Unidos para ir a sus trabajos.  Era un peregrinaje parte de la rutina diaria, un ejercicio masoquista gracias al cual la ciudad lograba su contaminante rubor gris.

 

La cantidad de autos no era en sí el problema, sino la velocidad de avance.  Como víctimas atrapadas en arenas movedizas, los carros, casi estáticos,  se resignaban a ser atraídos gravitacionalmente en la dirección del puente internacional.  Una vez en la línea, no había otra dirección hacia donde ir sino para adelante, lentamente hacia adelante.

¡Hijo!, esto se va a tardar.  Como han crecido estas filas.  Me acuerdo allá por los setentas, era raro que pasaran de la Pérez Serna, pero ahora …

 

Rápidamente su auto se vio rodeado de decenas de vehículos.  Flanqueado por la izquierda por una creciente columna de autos, y por la derecha por una larguísima acera, su vehículo resintió el cambio de ochenta kilómetros por hora a cero.

Epa, ¿que digo? la Pérez Serna ni existía en los setentas. 

Lo bueno es que quedé en la línea de la derecha, va un poco más rápido.

¡Que prisa traía! y todo para llegar a la calma.  Es como un juego.  Pero ahora no hay mucho que hacer, hasta puedo admirar el paisaje.

Hola caballos.  Se ven bonitos, no como la pirámide ridícula de allá atrás.  Estos hasta refrescan el ambiente con el agua.  Estas nuevas estatuas lucen bien, también la megabandera.

El Chamizal,  “... El único terreno que ha perdido Norteamérica en toda sus historia ...”.  ¡Que orgullo le daba a mi padre!  “México es el único país que ha invadido a los Estados Unidos, y el único que le ha quitado terreno”.  ¡Que consuelo!  Después de todo lo que nos quitaron ellos.

Ya estoy viejo.  Me acuerdo cuando vinieron Díaz Ordaz y Johnson a la entrega de los terrenos.  Fue poco antes de que nos mudáramos al sur.

¿Qué hubiera pasado si nos hubiéramos quedado a vivir aquí?  ¿Quién iba a decir que veintitantos años después iba a regresar solo?  Si hubiera crecido aquí, ... no hubiera tenido que aprender este nuevo “lenguaje”, pero ahora todos me conocerían y no podría trabajar igual. ... Tampoco sería “ciudadano del mundo” ¡ja!.

Que rica está la mañana.  ¿A ver que dice mi termómetro exterior?  21 centígrados, nada mal, sobre todo para mayo.  Ha de ser por el agua de las fuentes.  Antes casi nunca las encendían. 

Si trajera cigarrillos …

 

6:42 a.m.  Puente peatonal

Serpenteando a la vertiginosa velocidad promedio de tres kilómetros por hora, las dos culebras de autos avanzaban paralelas en medio de aquel bosque desértico.  Con sus grados de libertad reducidos tan solo a una dimensión, y en solo una dirección, los autos empezaban a amenizar la travesía con un florido concierto de rechinidos de frenos.

No importa a que horas pase uno por aquí, siempre hay alguien arriba de este puente peatonal.  No me gusta quedarme aquí abajo mucho tiempo.  Siempre me imagino que me van a escupir o aventar algo.

¿Fotos?  Sí, aquí en el puente me tome varias fotos.  Me acuerdo cuando nevó.  Que fríos hacía entonces.

Espere señora, no se meta.  ¡Señora!  Espérese, ahorita avanza su línea.  Estas señoras, primero llegan tarde y luego quieren andar cambiando de línea para cruzar rápido.  De seguro es de las llegan apuradas sin pintarse, y luego empiezan de ridículas a maquillarse enfrente de todos.  No se como no les da vergüenza.  Es como ir al baño en público.

¡Ah! eso agrega a mi teoría …  Cuando uno conduce, muestra la verdadera personalidad que uno tiene.  Usa uno el auto como escudo, es casi como traer una mascara, casi como ser impune.  Se muestra uno tal como es, prepotente, grosero, si es que así es uno.

Se podría hacer una analogía…  Así como se quería meter la señora del Cougar, a la brava, es tan descortés como … empujar gente al caminar.  Manejar aquella troca Ford, por ejemplo, con la humareda que trae, sería como … peerse en público, ¡ja!  Pobre troca, ya está de museo, ha de ser 74. 

Parece que si funcionan las analogías.  A ver, los rancheros de la Blazer negra, con su ensordecedora música, son como … dos borrachos haciendo escándalo.  Si los conociéramos de seguro les daría vergüenza, pero como andan en la Blazer y nadie sabe quienes son …

 

Al ver que se acercaba un vendedor de cigarrillos …

Compa, deme unos Marlboro rojos por favor. ¿A como salen? … ¿18 bolas? ¡hijo! ya más de dos dólares.  Ya salen más baratos los mexicanos ¿no? … Oiga, no sea gacho, digale a los chavos de la Blazer que le bajen a la fiesta ¿no?.  No se crea, capaz de que me madrean.  Gracias.  Si ve al de los jugos, ahí se lo encargo.

 

Y mientras disfrutaba la primera bocanada de humo 

¡Que envidia! Esos que vienen de allá para acá han de ir a ochenta, lo menos.  Y uno aquí jugando con el clotch para ver si mete uno la neutral o la primera, ¡chin! 

Se pega este dialecto, creo que antes decía embrague y no clotch ...

Al menos no hace calor, aunque ya subió a 22 Celsius 

Debían de hacerle como en el Báltico.  Nos ahorraríamos gasolina y humo, mucho humo.  Podrían poner aquí un semáforo, y allá por la aduana mexicana un brazo mecánico y un letrero luminoso.  En lo que se vaciara el puente, todos los de este lado estaríamos sin movernos y con el carro apagado; como en el muelle de Rødbyhavn antes de subir al ferry.  Y que nos avisaran con el letrero cuando fuéramos a avanzar.  Tendríamos los carros encendidos nada más unos 15 minutos y no tanto tiempo.

Claro que eso funciona allá con los nórdicos.  Aquí, ¡ya me imagino!  Por ejemplo, estas señoritas hijas-de-papi con su Nissan del año, no apagarían el coche porque sudarían sin el aire acondicionado, ¡que horror!  Don Chingón, el del Mercedes nuevo de placas nacionales, mantendría prendido su avión para cargar su celular.  Los de la troca fumigadora, si la apagan ¡ya no prende! 

Y luego, ¡el montón de influyentes que se meterían allá por las aduanas!  En fin, eso es lo malo de este nuestro México surrealista, la modernidad no puede entrar al país por la puerta delantera, mientras no saquemos las tradiciones por la trasera; una especie de principio de exclusión mexicano.

 

6:53 a.m.  Perez Serna

El entronque con la avenida Pérez Serna hacía que a las dos líneas de cruce se le adjuntaran otras dos más, duplicando así el número de autos que se dirigían al coloso del norte.  La cantidad de carros que pasaban por ahí por unidad de tiempo, era suficiente para que operara un virtual centro comercial ambulante.  Uniformados de chaleco amarillo expendían de todo, desde diarios y libros de Poniatowska, hasta réplicas de Riveras, rompecabezas, mapas, baleros y estatuillas de yeso, pasando por todo tipo de antojitos mexicanos y de bebidas naturales y embotelladas.

 

Esto es todo un Tianguis.  Bien dicen que en cuanto se juntan cinco mexicanos, sale otro a vender tacos.

¡Compa! écheme «El Diario».  Ya de perdida.  Sirve que dejo de estar viendo a la güera que viene aquí atrás en la Quest, que no acaba de ponerse el rimel.  ¿no le dará verguenza? 

Gracias.  ¿Es usted veracruzano?  ¿Y que le hizo cambiar el paraíso por el desierto? ... Si ya me sé la historia. ... Y como no pudo cruzar al lado americano, siempre se quedó aquí en Juaritos.  Sí, aquí hay mucho trabajo.  Poco dinero, pero mucho trabajo.   Y si aprende a hablar como los de aquí, va a ver que lo van a tratar mejor.  No.  De chico viví aquí unos años, pero no, no me siento de aquí.  Menos de este Juárez tan cambiado.  Pobre de usted, que dolor ser de Veracruz y tener que marcharse.  ¡Que diera yo por estar frente a un café de La Parroquia a estas horas de la mañana! ... ¡Órale compa, ahí lo guacho! como dicen aquí.

 

En ese momento, los muchachos del Cirrus tuvieron la oportunidad de cambiarse a una de las líneas de la Pérez Serna, …

¡Epa!  No chavitos, ustedes no deben de cambiar de fila...

 

Y haciendole señas a un venerable Mercury Comet 71 de la línea de enseguida, exclamó

¡Pásame quebrada, bato!  No seas gacho.  ¡Chin!

¡Jugos! ¡Compa de los jugos!  Si, ¡ahorita le compro! pero hágame el paro para cambiarme a la derecha ¿no?  Ahí le paso su propina.

 

Aminorando el paso al atravesar la línea de la derecha, el juguero, detuvo brevemente al Comet, que, tras deshacerse a bocinazos, no tuvo más remedio que ceder el paso.  Una vez en la fila de la derecha ...

¡Gracias compa!  Pinche güey, no pasaba chanza.  Ahora si écheme un jugo luegoluego, pero bien frío.  Y quédese con el cambio. 

¡Ni hablar!  Ahora van dos carros adelante.  A ver si no se me escapan en la cruzada.  Al cabo de seguro van a UTEP.

Nacionales, Locales, Sociales, ¿que sección leo? 

El periódico y esta línea están iguales, tienen de todo un poco.   Estos “amables” ocupantes del Mercury, por ejemplo, de salir en el periódico, estarían en la sección de “Industria”, entrevistados por el impacto de los recortes de personal, o algo así.  Claro que estos de seguro son obreros en El Paso, así que no podría ser.

La señora Quest y sus tres hijos, sin duda son material de “Sociales”.  Ya lo veo “... Establecen segundo vínculo con el todopoderoso por medio de la hostia...” ¡Hostia!  De seguro lleva a los niños a la escuela en El Paso, las chavitas a la  Loretto Academy” y el chavo a Saint Píus X, como dios manda.  Por cierto, ya pintada no se ve tan mal. Que trompas hace con el bilet.  ¡Ah que ridiculeces!  Y pensar que tanta diversión es gratis.  Bueno, a mi hasta me pagan, ¡y mucho!

Pero sí, en verdad sí hay una semejanza con el diario.  Tanto el periódico como el puente son reflejos de nuestra ciudad, aunque a esta hora la imagen del puente es un tanto distorsionada, pues nada más salen los que trabajan en el otro lado. 

El señor Mercedes, por ejemplo, ha de tener un negocio en el mall.  Él, que  podría ser tío o papá de las chicas Nissan o de los jovenes Cirrus, estaría en “Economía” y los chavos en “Sociales”.  Claro, ninguno de ellos haría amistad con los proletarios de la pickup Ford viejita.  Ellos, en cambio, si se llevarían muy bien con los corrientes de la Blazer, especialmente por sus gustos musicales; unos con “Radio Mexicana” y los otros con “La Rancherita”.  Ya me imagino lo que dirían las chicas Nissan, ¡Ay que nacos! y ni los voltearían a ver.  ¡Mira como les gusta llamar la atención, que exageradas!

Los Blazer, que juzgando por su apariencia y gusto musical parecen ser empleados de refaccionaria - o narcotraficantes, sin duda serían de la sección de “Policiales”.  Saldría algo así como “...descubren dos narcoejecutados en Blazer con vidrios polarizados ...”. 

Me acordé de aquel policía corrupto que dejaron encajuelado aquí en el puente junto con sus hijos.  Pobre.  Está carajo este negocio, ya Juárez está peor que Palermo.  Si se pudiera eliminar la violencia del negocio.  Lo malo es que el narcotráfico está fincado en el submundo de los desposeídos, de los ignorantes; gente que por dinero es capaz de matar.  Por eso bendigo al internet, es la manera ideal de ser invisible, no dejas huellas, siempre estás presente y nunca estás ahí, no te pueden grabar la voz, nada.

Al menos todavía no empieza el calor, sigue a 23 centígrados, o sea 296 Kelvin, exactamente, si memoria preparatoriana no me falla.

 

7:01 a.m.  Aduana mexicana

Así, poco a poco, tomaba vida propia aquel corte seccional de la sociedad fronteriza.  Mientras avanzaban, los carros, en su interacción entre ellos mismos y con el mundo de los vendedores, iban re-estableciendo uno a uno todos los valores morales, prejuicios sociales, barreras raciales y demás características de la metrópolis del sur del Río Bravo.

 

¡Ah caray! aquí en la aduana se siente más caliente.  Ha de ser porque se reconcentra el concreto, y aparte está el techo ese.  Sí, ya subió a 29 grados.  También aquí estamos más cerca de la fila de los trailers, y arrecia el olor a humo. Como que al acercarnos a la joroba del puente las bocanadas de los mofles se acumulan.  Pobres los aduaneros, siempre respirando este humo ... ojalá se mueran.  ¡Ja! como soy gacho.

¡Ya empezaron las chicas fresas Nissan!  ¿A donde vas m’ija?  Pasan los años y estas hijas de familia siguen igual de sangronas.  Mira como la ven los chavos Blazer, si pudieran ... se la comían.  Y para colmo de males se subió en el Mustang enfrente de ellos.  ¿Porqué nunca falla que aquí en la fila, una chica de estas se baje de un carro para subirse a otro?  ¿Irá a platicar simplemente? ¿o irá a copiar la tarea, o que?  Les gusta lucirse.  Estoy seguro que al rato deja de ser niña Mustang para volver a ser chica Nissan. 

Hey Mister Cadillac, gud mornin.  ¿Que andará haciendo este americano tan temprano por acá?  Por lo general a esta hora todos los gringos vienen para el lado mexicano a mangonear bueyes en la maquila, pero este va al revés.    Ha de tener su detalle acá en Juárez.  De seguro pasó acá la noche, y como decía mi abuela, “... el que duerme en casa ajena muy temprano se levanta, diciéndole a su maleta vámonos porque aquí espantan ...”.  No ha de ser de la frontera, si lo fuera sabría que los Rolex no se deben de sacar por la ventanilla con tanta confianza.   Se puede quedar sin mano.  Yo cuando traigo mi Rolex y quiero fumar con la mano de fuera, me lo pongo en la muñeca derecha.  ¡Ja! ya me imagino yo con un Rolex.  Es más, si tuviera uno, lo sacaba nada más para presumirlo, aunque me lo volaran.

 

7:07 a.m.  El puente internacional

Al término de la aduana mexicana empezaba el puente, propiamente hablando. Siguiendo un arco perfecto, éste se elevaba unos 10 metros sobre el nivel del río.  Visto a la distancia, alguien podría pensar que la altura era necesaria para el paso de barcos  por el caudaloso río Bravo, sin embargo esto no era verdad.  El río Bravo, o Grande como lo conocían los gringos, no era ni lo uno ni lo otro.  La profundidad normal del agua era de tan solo unos 10 centímetros de profundidad. 

 

Me gusta subir el puente.  Así apuntando para arriba no se ve nada natural, puras cosas hechas por el hombre.  La aduana, el puente, mas carros, anuncios, la estatua del águila, humo, trailers y, el cielo.  Bueno, el cielo es natural, y supongo que los que van manejando también.

¡Compa!  Deme una nieve.  Bueno, una paleta.  ¿Trae rellenos? ¿a cómo los da?  ¿No han venido los de la migra a correrlos?  Sí, de este lado ya no tienen autoridad.  Y usted, ¿de donde es?  ¿Parral?  ¡Ah caray!  De la capital de mundo, sucursal del cielo.  No se puede ser más chihuahuense que eso.  No mi amigo, aquí en Juárez hay mas parralenses que en todo Parral.  Si se pusieran de acuerdo, ¡ganaban las elecciones!  Pues gracias y suerte, ahí lo veo luego.

Hace calor, sigue a 29.  Ya tengo la espalda sudada.

¡Ah! aquí viene lo interesante.  Las indias, sus niños, los ruidosos músicos autóctonos, y los de la Cruz Roja, todos piden limosna.  Y aquí es donde nos echamos de cabeza, es fácil saber de que pata cojean.  Los que tienen conciencia social le dan a la Cruz Roja.  Los de alma tierna a los indios y sus niños.  Y los pecadores arrepentidos, esos les dan a todos para quedar bien con dios.   Vamos a ver quien le da a quien.  Claro, Mister Cadillac y Don Mercedes, ni el saludo dieron.  Ya me lo imaginaba, la familia Quest le dio monedas a los inditos.  Y, mire usted quien anda expiando pecados, el proletario Ford les dió a todos.  Bueno, mientras más jodido estás, más sabes lo duro que es la vida.

Pobres folklóricos sureños, nadie les da nada.  Es que hacen mucho ruido.  No tocan tan mal, aunque está medio raro ese beat, ¿sabrán tocar rap?  Suena parecido.

¡Estos niños Quest!  Aparte de chiplones, mal educados.  Todos tiraron el papel de las paletas por la ventana.  Pero eso sí, mucho colegio en los Estados Unidos. 

¿Porque México y Estados Unidos tienen águilas en sus insignias?  ¿Quién le copió a quién?  Me gusta más la de México.  Como que disfruta más de la vida, comiendo, en un lago, jugando con una serpiente.  La de Estados Unidos nada más está ahí, quieta, sin moverse.  Bueno, al menos esta estatua del lado mexicano me gusta más. ¿Será por mi sangre azteca?

¿Será cierto eso que he oído?  Que los que manejan camionetas han perdido el gusto por la vida.  Ojalá no, la mamá Quest aún está de muy buen ver, sería una lastima que ya no le pusiera salsa a los tacos.  Las placas de los carros deberían traer el número del celular ...

Hablando de celular, tengo que ver mis mensajes. ... Esto del internet móvil es una maravilla.  Muy bien, ya tenemos la carga de mañana.  Pero ahora si que venga batoloco@netscape.net a supervisar el cruce, para eso le pago ¿no?  Aunque no está resultando tan aburrido esto.

Vamos, subiendo la cuesta, que arriba mi calle se vistió de fiesta ... ¿Porque habrán hecho este puente tan elevado?  Para empezar el río ni agua lleva, y para terminar el terreno en ambos lados está súper-plano.  Ahora sí, ni modo de echarle la culpa a los mexicanos, lo hicieron entre los dos países.  ¿Gringos surrealistas?  Ya sé, de seguro el constructor cobró por metro.

 

7:16 a.m.  Cima del puente

El “Puente de Córdova de las Américas”, mas conocido como “puente libre”, por estar exento de pago, remataba con dos placas, que indicaban el límite de ambas naciones, y con las respectivas banderas. Curiosamente la de México era más grande de tamaño.

 

Aquí si que está raro.  Aquí en este punto exacto, el frente del carro está en los Estados Unidos y la parte de atrás en México.  ¿Que pasaría si me chocaran?  Si me pegan por atrás, tengo que llamar a la policía mexicana, y si me chocan por delante tengo que ... ¡escaparme pues en ese caso sería mi culpa!

¡Uy uy uy! nada más cruzamos al lado gringo y salen los lentes oscuros.  Se ve muy bien Doña Quest, quiero que sepa que cada vez me gusta más.  Si insiste, la acepto con todo e hijos. 

Aquí ya da directo el sol, pero con lo alto se siente más fresco.  Bajó a 25.

Que bonita vista.  Esto es algo único del desierto, tal vez lo único bonito que tiene.  La poca vegetación y la falta de nubes, hace que uno alcance a ver muy lejos.  De aquí arriba fácil estoy viendo 50 kilómetros o más.  Otra cosa bonita son los atardeceres, ¡que colores!.

¡Ya se habían tardado!  Unos de los rancheros Blazer va al baño.  Nunca falta alguien.  Yo mejor me moría de la vergüenza, bueno más bien de una tripa reventada.  Bajarse aquí en medio del puente es decirle a todos, ¡Ey! ya no aguanto, ¡mírenme, me estoy meando!  Yo mejor me cargaría una bacinica dentro del carro.

Será que aquí todo pierde su verdadero valor.  Siempre ha sido así la frontera.  Sin duda el punto más álgido de la irreverencia provinciana.  El único lugar que le da el “quien vive” al Distrito Federal en pérdida de formalidad. “Donde empieza la carne asada, se acaba la cultura” decía Vasconcelos, pues Juárez es la capital de la carne asada.  Aquí predomina la cultura de la no-cultura.  Nunca han habido familias de “abolengo”, ni ha existido el dinero de segunda generación.  Los pobres de ayer, son los ricos de hoy, y serán los presos del mañana.  Puedes vivir de los burros, tacos, carros, maquilas, drogas, contrabando, lo que sea, todo vale.  Así que si quieres mear en los baños del puente y que todo mundo lo sepa, pues órale, aquí no “hay fijón”.

Que diferencia con Chihuahua, Monterrey, o el mismo Distrito, allá sí que está estratificada la sociedad.  Aunque aquí poco les falta para estar igual que en el sur.  ¡Ese odio que les tienen a los torreoneros y a los jarochos!  Bueno, en realidad no es a ellos, es más bien a los inmigrantes, cualquiera que estos sean.  Y pues hay que entender que la población de Juárez se duplicó en los últimos diez o quince años.  Suben las rentas, aumentan los robos, violaciones, escasea el empleo.  Puros problemas, y ¿los culpables?  los últimos en llegar, claro.

Mira que chorrito de agua lleva el río.  Me acuerdo lo que dijo el uruguacho aquel que vino de visita, “ ... ¿Río? a eso achá le chamamos arrocho ...”. 

Vamos, bajando la cuesta, que arriba en mi calle se acabó la fiesta ... Voy a apagar el carro, al cabo vamos de bajada.  Hay que ahorrar y no contaminar.  ¡Epa!  que duros se pusieron los frenos.  Más vale que lo prenda de vuelta.

 

7:26 a.m.  De cuatro a ocho líneas

Al fondo del elevado puente, las cuatro líneas de autos se dividían en ocho para entrar en igual número de garitas de revisión norteamericana.  A pesar de provocarse algunos remolinos, el flujo vehicular mantenía su avance semi-laminar.

 

Difícil de creer que ya llevo casi una hora en esta fila. 

¡Cuidado aquí!  Tengo que asegurarme de quedar en la misma línea que los chicos Cirrus.  No problemo baby.

¡Ay dios!  Nadie se mueva, ahí vienen los canes drogadictos.  Vamos a ver si funciona el alto vacío en el clean room, y el recubrimientos con silicón.  Y si no funciona, pues nada más pierdo dos mil dólares, gastos del negocio ¿no?  No se porque no inventan detectores mecánicos.  ¿A poco no pueden detectar los olores? 

Ya pasó.  Hola perro.  Me acuerdo de la vez aquella que el perro no quería dejar ir a una troca, todos creían que traía droga, y al final resultó que eran los olores de una perrita que el dueño siempre subía a la caja.

!Uf! que caliente se sintió, ha de estar ya a más de treinta.  Pues no, sigue a 29.  Han de ser mis nervios.  Este es el verdadero problema, si el que la pasa sabe lo que trae, se echa de cabeza él solo.  Pero como el que nada sabe nada teme, pues la estrategia funciona, y funciona muy bien.

El día que empiecen a usar espectroscopía gama, voy a tener que cambiar de negocio.  Pero para entonces espero ya estar retirado viviendo de mis intereses.

Mírala, ya va de regreso la chica Nissan.  De seguro ya terminó de copiar la tarea. 

Pobre muchacho, ya se le calentó el carro.  Lo raro es que las pulguitas Volkswagen no tienen radiador. 

Aquí está la otra águila, la americana.  No esta mal la estatua.  Bueno la mexicana también es americana.  Que lío, ellos son americanos, nosotros también, ellos son de los “Estados Unidos” y nosotros también.  El problema es que ellos se adjudican la “americanidad” porque son de los “Estados Unidos de América”, y nosotros porque México está en el continente americano.  Lo que no saben ellos, es que nosotros también somos “estadunidenses”, porque somos de los “Estados Unidos Mexicanos”, que es el nombre correcto de México. El letrero ese de arriba de “Bienvenidos a los Estado Unidos” está incompleto.  Debería decir, “Adios y bienvenidos ...”, porque sale uno de unos estados unidos y entra uno a otros.

Me acuerdo que me morí de la risa cuando el italiano aquel de Torino le dijo al Jerry que él tenía un hermano en Ámerica, sí, pero en ¡Argentina!  Pinches gabachos, se creen dueños del continente.  Aunque ya está cambiando, creo.

Como que el sol brilla más acá del otro lado.  Me acuerdo cuando me traían a El Paso de niño.  Siempre se me revolvía el estómago.  Como que hay mucho cemento, más calor, rebota más el brillo del sol, son más chirriantes sus reflejos.  Y sí, ahora sí ya subió a 35 grados.

¡Mira los rancheros Ford!  Tirando los botes de cerveza antes de llegar a la revisión.  Si los ven los policias . . .  Lo bueno es que reciclan las latas, nada más la avientan para atrás a la caja de la pickup.

 

7:32 a.m.  La garita

Al final del puente, la culebra de autos asomaba sus ocho cabezas en igual número de  garitas de aduanas.  La bienvenida al primer mundo empezaba tres espacios antes de la revisión.  Al entrar a un corral metálico, los autos eran bañados, ¿irradiados?, por un fuerte destello de luz azul, presumiblemente, para tomar una fotografía e identificar al vehículo.  La circuitería de bits y bytes hacía los suyo y, en menos de 60 segundos, un reporte sobre el auto y el conductor aparecía en la pantalla del inspector.

 

Yo por si acaso, cierro los ojos.  ¿Luz azul?  Nunca he sabido que lámpara usan.  No creo que usen ultravioleta ni nada arriba del visible, pero tendría que traer mi dosímetro para estar seguro.  ¿Donde lo habré dejado? 

Ni modo de quejarse, aquí es la zona sin ley, donde no valen los derechos humanos. Aquí deja uno la protección de la leyes mexicanas y aún no te acogen las americanas, una especie de limbo, como el limbo de los niños, que sin culpa suplican el perdón. Tal vez una ONG podría hacer algo, Greenpeace, si es que la luz es radiactiva.

¿Les servirá tanta tecnología?  Suponiendo que la base de datos tuviera toda la población de El Paso y Juarez, dos millones de personas, digamos.  A 30 letras por persona, serían 60 millones de letras, por 8 bytes a precisión sencilla, 500 megabytes en numeros redondos. ¿Medio giga? ¡No es nada!, ¡en mi pc tengo diez gigas!  Estos gringos pueden tener toda la informacion del mundo!  Nombres, direcciones, marcas de carros, ¡hasta el nombre del gato!  Es por eso que en el negocio no se deben repetir autos, ni usar amigos fichados.  Si pudiera conseguirme esa base de datos ...

Chin, la que revisa es mujer y chicana, pa’ acabarla de amolar.  Latosa segura.  Me va a entretener a mí, pero a los chavos Cirrus no.  Míralo, hasta parezco adivino, ya pasaron.  Muchachos, no se vayan muy rápido.  Bueno, ojalá vayan a la universidad.  Me debí haber fijado si tenían sticker del parking de UTEP.  Por si acaso, placas fronterizas XWW 653.

Buenos días.  ¿Mi pasaporte?  Lo saqué en la embajada de Lyon en Francia.  Hace nueve años.  Sí, este año lo renuevo.  No traigo nada, pero con gusto le abro la cajuela. ... Tengo un negocio de venta de computadoras aquí en Juárez.  Voy a recoger un pedido al UPS.  Ya está pagado, pero de todo modo traigo dinero ¿le muestro?  Gracias.

Muy bien, ahora a alcanzar a los jóvenes Cirrus.  De seguro salieron por el freeway.  Ahora si, a subir los vidrios y prender el aire.  ¡Agarrense!

 

7:36 a.m.  Llamada celular

Las aduanas tenían salida a la calle Paisano y a la autopista interestatal I-10.  Debido a que la salida a la Paisano era detenida por un semáforo, todos los autos que ahí no estaban detenidos, tenían que haberse ido por la autopista.  Para poder seguir a alguien por ahí, era necesario localizarlo antes de los dos minutos que se tardaban en aparecer las desviaciones al este, norte, y oeste. 

 

El sol de la mañana ya estaba alto sobre el horizonte al momento en que el auto derrapaba sobre la curva de entrada al interestatal.  Avanzando en claro exceso de velocidad, le gritó a su celular,

 

¿Bueno?  Ya estufas.  Sí, están entrando al freeway rumbo a la universidad.  No, van muy lentos para ser Cirrus, chavos y freeway.  ¿Estás en el gateway del cementerio?  No habrá ningún pedo, en cuanto los veas te metes.  Son tuyos después del entronque de la Cotton.  Chido.  Recoges los paquetes y al ratón, o mañana, te paso la dirección donde llevarlos.  Si claro, por e-mail.  Ahí te guacho.

No chinges bato.  Ya te dije que no.  La chela te la tomas en mi honor, pero tú solo.  Que se me hace que eres dedo...  Pues si me quieres ver fíjate bien ahí por la Cotton, por ahí voy a ir a madre ...  Si güey, llevo un clavel en la solapa ¡Ja!  See you bato.  Ten forty - corte y fuera.

Otro día, otros diez mil dolares, que vida...   

 

FIN

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